Su pueblo es condenado porque, aunque alguna vez estuvieron «llenos de justicia», ya no «llevan justicia» , Si eres cristiano, debes tener un deseo cada vez mayor por ver que se haga justicia, tanto en esta vida como en la venidera. En segundo lugar, la idea de justicia no se trata simplemente de penas justas o castigos equitativos ante la ley. Normalmente, los cristianos piensan en tales actividades como «caridad». La justicia no solo es una actividad reactiva justificada por las transgresiones de la ley, es una actividad que inicia y mira hacia adelante.
Como muchos otros han hecho, Keller denomina este gran concepto de justicia que combina tanto las penas justas como la rectitud social como justicia social. Se dice que la Biblia exige palabras y obras y, por lo tanto, nuestros ministerios debieran estar marcados por lo mismo. Algunos incluso dicen que hacer justicia es evangelismo.
Necesitas ambos; son inseparables. Las personas pueden ser evangelizadas y convertidas sin obras, mientras que no pueden ser evangelizadas ni convertidas sin palabras por ejemplo, los ministerios radiales o Filipenses Sin embargo, privilegiarlo arriesga convertir la justicia social en otra forma de legalismo.
Hasta ahora, bien. En resumen, la obra de justicia social de un cristiano hace del mundo un lugar mejor.
Demuestra un amor por los pecadores como el de Cristo. No obstante, tal obra no «redime» al mundo. Tratar personas equitativamente ante la ley es darle lo que se les debe: en la corte. A Dios le preocupa profundamente la justicia, un concepto que generalmente se asocia con cuidar del necesitado en la Escritura si es que no es lo mismo. Animo a mis lectores a discernir el equilibrio que estoy intentando transmitir. Jonathan Leeman.
