México justo: políticas públicas contra la desigualdad

La visión dominante presenta a la globalización como un fenómeno de alcance mundial inevitable, sin alternativas, y al cual hay que asumir como un reto. Este tipo de políticas se aplican indistintamente por gobiernos de derecha, centroizquierda e izquierda, salvo algunas excepciones de gobiernos que intentan resistirse al neoliberalismo y ejecutan políticas que pueden ser designadas bajo el concepto de nacionalismo radical. No obstante, no se pone en tela de juicio la llamada globalización que, se dice, es un fenómeno que llegó para quedarse. Desde nuestra perspectiva se trata no sólo de una crisis de valorización de capital sino también del deterioro de las bases económicas, sociales y ambientales que le dan sustento.

Levanta la voz por esta causa

El modelo económico mexicano beneficia sólo a las élites económicas. Esto constituye una captura política del Estado. Oxfam México realizó una encuesta para determinar cómo percibe la gente la desigualdad y las políticas redistributivas. Hubo tres grandes resultados: 1 La gente considera que la desigualdad económica es un brete. Esto propició la creación del Sistema Nacional Anticorrupción. Oxfam propone el fortalecimiento de la ciudadanía y la génesis de mecanismos innovadores para la necesidad de transparencia. Política social A amovible del modelo asistencial mexicano, el combate a la pobreza y a la desigualdad ha fracasado. Asimismo, en el

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Empieza un nuevo año y también una nueva década. Estas cuestiones pueden resumirse en tres palabras: desorientación, desigualdad y desincronización. Estamos ante un mundo desorientado por la falta de referentes sólidos: fallan o se cuestionan unas instituciones que a menudo se muestran incapaces de canalizar las frustraciones de amplias capas de la población, de acallar sus miedos y de apuntalar sus esperanzas. Y esta desorientación provoca vacilación, o lo que es lo mismo, la incapacidad de tomar decisiones a tiempo.