Aplicación
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El que escribe estos versos atraviesa ese océano de vértigo, de borrascas. La nave que la guía va sin rumbo fijo. El cuerpo también es el alma, esa nave agitada por tormentas y sacudones. Depositario del deseo, el cuerpo es la casa que desea ser habitada. La desolación, el dolor de saberse terrible en el recuerdo. El poema, expresión del desgarramiento.
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Estela como si fuera ayer la confusión en que escribimos ese libreto. Fue el 24 de diciembre de Y empezamos. Surgían los nombres de Frei y Allende, y la batalla escalaba hasta convertirse en una batahola. Las mejores playas de Murcia Y había urgencia de aunar voluntades.
Diálogo con el pasado y el presente
El arte de la lluvia Mi basic coverage poema La casa de las tres viudas El amor junto al trigo 1. El bosque chileno …Bajo los volcanes, junto a los ventisqueros, entre los grandes lagos, el fragante, el silencioso, el enmarañado bosque chileno Y luego desde su escondite suena como un oboe Me entra por las narices hasta el alma el perfume salvaje del laurel, el aroma oscuro del boldo El ciprés de las Guaitecas intercepta mi paso Tropiezo en una piedra, escarbo la cavidad avanzada, una inmensa araña de cabellera roja me tu ir a con luceros fijos, inmóvil, grande como un cangrejo Se yerguen sobre la alfombra de la selva, secreta, y cada individuo de los follajes, lineal, encrespado, ramoso, lanceolado, tiene un estilo diferente, como cortado por una tijera de movimientos infinitos Una barranca; abajo el licor transparente se desliza sobre el barro y el jaspe Vuela una amanerado pura como un limón, danzando entre el agua y la luz
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Del amor por Cristina Banegas La acción de Juan Gelman no es únicamente su poesía inmensa; su obra periodística también es de una extrema intuición, absolutamente necesaria para estos tiempos. En ese momeno lo leía para mis compañeros de colegio y el enseñante me echaba de la clase por subversiva. Hay una anécdota graciosa que tiene que ver con el armado de la obra. Quiero que sean poemas de amor. Una cerveza connecting por Carlos Dariel Bueno, la faceta en la que conocí a Juan Gelman puede ser una demostración de que la casualidad no existe, lo que existe es la causalidad. En el año yo había sido visita a un encuentro de escritores en México por la Universidad del Estamento de Hidalgo y a ese encuentro, entre otros argentinos, fue invitada la poeta y escritora Cristina Briante. Si bien nos conocimos recién ahí en el viaje, yo conocía a su hermano, Miguel Briante. Bueno, hasta ese momento conocía muy poco de la vida de Juan Gelman. En ese encuentro decon Cristina, estuvimos una semana y un día lo teníamos libre.